Publicado: 26 de Mayo de 2024
Las temperaturas extremas del verano ponen nuestras viviendas a prueba y es necesario prepararnos para que el calor sea lo más llevadero posible. Os damos una serie de consejos para reducir la concentración de calor en casa.
1. Ventanas con doble acristalamiento
Las ventanas son la parte del edificio donde se registran más pérdidas energéticas, así que el doble acristalamiento será un buen aliado para el confort térmico la vivienda. También ayudan considerablemente la utilización de vidrios que poseen baja transmisión térmica y bajo factor solar. Las persianas o toldos exteriores también colaboran a mantener la vivienda aislada.
2. Mantén el aire acondicionado por debajo de los 25º
El uso adecuado del aire acondicionado puede acarrear un ahorro de hasta el 30% en la factura eléctrica. Mantén una temperatura constante por debajo de los 25º. Por cada grado de frío, el gasto energético se dispara entre un 6 y un 8%. Y no te olvides del mantenimiento de la instalación (filtros, etc.)
3. Minimiza el uso de luces y electrodomésticos
No es recomendable encender luces para evitar la penumbra provocada por un excesivo celo a la hora de impedir el acceso del sol a través de las ventanas. La mejor solución técnica puede ser un sistema de aprovechamiento de luz natural que regule el nivel de iluminación en función del aporte de luz natural. Los electrodomésticos también emiten calor. Especialmente el horno, el lavavajillas, la lavadora o la secadora. Es mejor si los utilizas en las horas de menos temperatura atmosférica.
4. Optimiza el uso de agua caliente
En verano es habitual que se reduzca el consumo de agua caliente, especialmente en la ducha. Aún así, es inevitable que para algunas tareas del hogar como fregar los platos, poner lavadoras o lavavajillas se utilice el agua caliente. Esto puede hacer que, si las tuberías de la casa son antiguas o están mal aisladas, aumente la temperatura interior debido al recalentamiento que se produce con el paso del agua caliente por las conducciones. Conviene revisarlas y optimizar el uso del agua caliente, en general.
5. Mejora el aislamiento en paredes y techos
Tener un buen aislamiento en paredes y techo puede llegar a reducir más de un 30% los gastos en refrigeración. Aplica materiales aislantes de la forma más adecuada a cada situación. En el mercado hay multitud de soluciones, desde las más sencillas como pinturas que reflejan la luz y desvían el calor, hasta las más sofisticadas, como fachadas ventiladas.